También conocidos como nómadas digitales o solo-preneurs, estos héroes sin capa son aquellos emprendedores que vuelan solos y prefieren hacerlo así por la agilidad y lo simplificado que podría resultar la operación de sus proyectos.
También conocidos como nómadas digitales o solo-preneurs, estos héroes sin capa son aquellos emprendedores que vuelan solos y prefieren hacerlo así por la agilidad y lo simplificado que podría resultar la operación de sus proyectos.
Sin embargo, dicen por ahí, que:
Si quieres llegar más rápido ve sólo, si quieres llegar más lejos ve acompañado.
Aunque este principio podría ser la regla, formar parte de la excepción requiere de mucha disciplina y sobre todo de aprender a sistematizar la forma en que trabajamos (especialmente como freelancers).
Según el escritor estadounidense Agust Birch (especialista en e-mail marketing), cuando trabajamos de forma individual, tanto nuestras virtudes como defectos sobresalen en nuestra forma de operar:
¿Desordenado? Esto se refleja en la contabilidad y facturación puntual o en al forma de documentar el proceso de los servicios (por ejemplo).
¿Demasiado tímido? Probablemente lo último en la lista podría ser la adquisición de nuevos clientes.
Además, cuando trabajamos por nuestra cuenta nos toca hacer de todologos. Desde concretar la venta, atender al cliente, y ejecutar el servicio o la entrega de nuestros productos, hasta el seguimiento post venta.
Ser solo-preneur resulta más complejo de lo que parece. Pero no tiene porque ser aburrido. Para continuar haciendo lo que más nos gusta, y no dedicarle tiempo extra a la operación, necesitamos sistematizar la forma en que trabajamos como emprendedores. Lo mejor es que no necesitamos inventar el hilo negro, el modelo de sistematización de Michael Gerber, descrito a profundidad en su libro E-myth Revisited, considera los siguientes pasos:
1. Proporciona valor más allá de las expectativas de tu cliente: Se refiere a generar una experiencia extraordinaria que le haga sentir al cliente que el nivel de servicio y atención que tu le proporcionas, no se lo dará nadie más.
2. El modelo debe ser simple de operar: Se refiere a establecer un sistema operativo que cualquier persona en formación sea capaz de hacerlo. ¡Ojo! Esto no se refiere al core business o especialización de tu negocio. Sino, a la forma de operarlo. El resultado final es que tu emprendimiento o negocio deberías de depender del sistema y no de ti.
3. El modelo destaca por el orden: Trata de la percepción que tienen tus cliente durante el proceso de interacción con tu negocio. ¿Se percibe cómo un negocio con constantes fallas técnicas o cómo una máquina bien engrasada de la más alta integridad?
4. Todo el trabajo en el modelo debe ser documentado: Ya sea un infográfico o un manual de operaciones con los procesos de negocio de inicio a fin, el chiste es documentarlo. El proceso de documentación permite identificar los agujeros y generar en sí mismo un proceso de mejora continua.
5. El modelo proporciona uniformidad predecible para la experiencia del cliente: Esto se refiera a dos cosa, (1) el cliente sabe que esperar y esto hace match con sus expectativas, y (2) gestionamos el negocio para el cliente, no para el propietario.
6. El modelo utiliza códigos: desde la selección tipográfica y de color, hasta el diseño de nuestro sitio web o newsletter. Queremos que nuestra apariencia se identifique instantáneamente con nuestro negocio y nuestro servicio al cliente.
La implementación de estos pasos son la clave que nos permitirán continuar generando valor y haciendo lo que más nos gusta, en lugar de dedicarnos a resolver contrarreloj la operación de nuestro proyecto de emprendimiento.